sábado, 20 de febrero de 2010

Madre sólo hay una

Las últimas noticias sobre el asesinato de una abogada, planificado por su propia hija para quedarse con el dinero del seguro es sin lugar a dudas escalofriante. ¿Qué puede estar pasando por la mente de esa hija, para haber cometido semejante atrocidad?
Porque hasta donde se sabe, la relación entre madre e hija era "buena". O al menos no nos ha contado la prensa si habían peleas o si se odiaban, al parecer sólo discutían porque a la mamá no le gustaba el enamorado de la hija. Pero, ¿acaso esa es razón suficiente para matar a alguien, más aún, a tu madre???
Las que somos madres, estoy segura que amamos más a nuestra madre cundo tuvimos nuestros hijos. Porque aunque te lo hayan contado 100 mil veces y lo hayas visto en tu hermana o tu prima, es recién cuando eres madre, que entiendes a tu madre. Entiendes porqué te jodía tanto cuando salías y quería que llegaras a cierta hora, o cuando preguntaba con quién salías o cuando te "obligaba" a comer ciertas cosas que tu odiabas. Y entiendes que las madres (al menos las normales) jamás te dirán algo por malas o porque quieren hacerte daño. Te lo dicen porque creen y están convencidas que es por tu bien.
Pero nosotras las madres no somos perfectas. Nos equivocamos. Y a veces demasiado. Aunque vamos por el mundo pensando SIEMPRE en nuestros hijos y tomando las decisiones que creemos son las mejores para ellos, es inevitable que a veces nos equivoquemos. Y lo peor de todo es que algunas madres (como yo) viven sintiéndose culpables porque trabajan, porque no les dedican el tiempo que quisieran. Y los hijos crecen y se harán adultos y dependerá en gran parte de nosotros de cómo serán ellos de adultos.
Yo no sé si soy la única trastornada que a veces se pone a pensar en cómo saber si de verdad estoy criando y educando bien a mi hijo. Y es que uno ve tantas cosas. ¿cómo es posible que un hijo tenga tan pero tan trastocados los valores que prefiere el dinero antes que a su propia madre?? Asumo que en parte la culpa es de la propia madre, tal vez no le dedicó mucho tiempo a su hija, tal vez sólo la llenó de cosas materiales, tal vez no llenó la necesidad de afecto que tienen los hijos. Tal vez.
Y por otro lado, esos chicos que colaboraron con el crimen, que tenían creo que 22 y 23 años, ¿qué pasa con la juventud? ¿donde están los valores?
Realmente me ha impresionado mucho este caso, y ojalá que pronto no veamos en las noticias casos similares.

lunes, 15 de febrero de 2010

Cabeza de ratón o cola de león?

Como casi todos mis dramas existenciales actuales, este tiene que ver con mi hijo. Con mi pequeño Sebastian. Tan lindo él, tan grande, ¡cómo crecen tan rápido!.
Hace unos meses, me tocó vivir la postulación de mi hijo al colegio. Mi enano cumple años el 25 de marzo, por lo que los colegios a los que se presentó, lo admitían para pre-kinder (para niños que cumplen 4 hasta el 31 de marzo). O sea, ¡que suerte! dije yo, mi hijito va a estar "adelantado". Porque mi fecha probable de parto había sido un 15 de abril. Y si no me hubiera dado preclampsia, mi hijo hubiera tenido que presentarse a pre-kinder para el próximo año. Pero como nacio 6 días antes de la fecha de corte.... mi hijo iba a terminar entre los más jovencitos de su clase. Yeeeee!
Mi hijo es inteligente (obviamente salió a su madre pues!!! jajajajaja). Su fuerte son los números. Desde antes de cumplir 2 años ya sabía contar hasta 30 (en su idioma, eso si) y ahora sabe los números hasta el mil (y los reconoce), y sabe contar también en reverso. Ama los semáforos "inteligentes" (y cuenta con él) y uno de sus juguetes favoritos es una calculadora. Su número favorito es el ocho, el 18, 28, y todo lo que termine en 8. Yo creo que será matemático o ingeniero (si, eso me gustaría). Pero bueno, aún está pequeño.
Mi hijo desde muy pequeño, fue "adiestrado" por mi: tienes sus horarios bien definidos, o sea almuerza a cierta hora, cena a cierta hora, duerme entre las 8:30 y 9:30pm (tooooooda la noche, desde los 8 meses!) y creo que sólo una o dos veces se ha quedado un poco más tarde de eso. Es, dentro de todo, un niño obediente, aunque claro, como todo niño, tiene sus rabietas (yo diría que ahora más que antes).
Mi hijo entiende cuando yo le converso. O sea, me refiero a que cuando quiere algo y no se puede por x motivos, se le explica y entienede. O al menos hasta hace unos 6 meses lo hacía. Últimamente he notado que insite más en lo que quiere, aunque al final yo termine ganando.
Mi hijo, es engreído. Es super pegado a mí. Quizás yo tenga la culpa, pero creo que la mayoría de niños a esa edad son muy pegados a la madre. Mi hijo, cuando yo estoy presente, no quiere que nadie más le haga nada. Sólo existo yo. Quizás sea por mis ausencias (por el trabajo paso a veces más de 24 horas sin verlo). Quizás sea porque simplemente soy su madre.
Y aunque yo trato (lo juro) de no engreir a mi hijo ni mucho menos sobreprotegerlo, debo reconocer que mi hijo no es un chico extrovertido, pero tampoco es muy tímido. Sólo que se toma su tiempo para adaptarse a los lugares y a las personas. Le gusta imponer sus ideas, le gusta que se haga lo que él quiere hacer, le gusta que le presten atención.
Esta semana recibí una noticia que me dejó preocupada. En realidad no sé exactamente por qué, pero me dejó con una incónita en la cabeza. Mi hijo, que está en el summer school del colegio al que se va a matricular, ha sido evaluado por sus profesoras, y según ellas, mi hijo está "emocionalmente inmaduro para cursar el pre-kinder este año" WHAT??????????
Según ellas, que lo vienen viendo por 5 semanas, a mi hijo le cuesta mucho compartir, le cuesta mucho trabajar en grupo y es poco tolerante con sus compañeros. Aún no ha aprendido a "socializar" adecuadamente para su edad, quiere que se haga lo que él quiere y si no es así su reacción es llorar. Debo decir que efectivamente, me he dado cuenta sobretodo en estos últimos meses, que cuando a Sebastián se le niega algo o se le reprende por algo o se le "obliga" a algo, lanza un grito destemplado y llora. Yo no soy de las mamás que dejan que el llanto las gane, yo cuando algo no es negociable (como el bañarse por ejemplo), aunque llore y patalee. O si llora porque quiere un carrito o algo que no se le va a comprar, tampoco soy de las que se lo compra para que no llore. Pero Sebastián, llora. Se le pasa al ratito, pero es su primera reacción.
Y entonces las profesoras consideran que el aún está inmaduro para entrar a prekinder, donde todos los trabajos son grupales, donde hay más alumnos y en donde la atención exclusiva es menos. Ellas me recomiendan que lo ponga este año en nursery y recién el próximo a prekinder.
mi primera reacción fue de tristeza. Tal vez no lo he educado bien. Tal vez el no pasar mucho tiempo con él hace que sea así. Luego pensé en que ¿por qué no se habían dado cuenta en la evaluación que le hicieron antes?
Si mi hijo hubiera nacido 1 semana después no estaría haciéndome bolas en la cabeza. Yo no tengo ningún problema en que haga nursery este año, no me preocupa que sea el mayor de su clase, no tengo problemas si no grito a los 4 vientos que mi hijo terminó el colegio a los 13 años. Pero a pesar de que posiblemente lo que las profesoras me dicen sea lo más apropiado para Sebas, no puedo dejar de preguntarme si es que estamos tirando la toalla muy fácil (el colegio y yo) y mejor lo ponemos en nursery porque de otra forma necesitaría una atención especial y terapias. A lo mejor en un par de meses con terapia aprende a manejar esas situaciones y se "nivela". Porque académicamente, mi hijo está perfecto para el pre-kinder. Tiene algunos problemas con el lenguaje, pero nada grave. Y lo que más me preocupa es que si ¿no será que poniendolo en nursery, todo le va a parecer recontra sencillo y finalmente se va a aburrir? O si no se le va a estimular adecuadamente o se le va a exigir muy poco y no se va a desarrollar todo su potencial. Algo así me dijo la miss del nido en donde estaba, de que Sebastián era un niño muy capaz, y que sólo necesitaba unos meses de terapia y apoyo. Pero, por otro lado ¿en que momento lo voy a llevar a las terapias? Mis horarios son terribles y los de mi esposito son peores. Así que asumo que sería un via crucis cumplir con esas benditas terapias.
Anyway, espero tomar la decisión correcta. Espero que el miércoles, que iremos a conversar con una psicologa, nos de más luces para decidir mejor. Hasta ahora yo creo que mi Sebas entrará a nursery este año, pienso que quizás sea lo mejor para él, pero antes de tomar un decisión final, creo que debemos de conversar con los especialistas. Yo lo único que quiero es que mi hijo no vaya a sufrir, de repente por ponerlo más adelantado finalmete no se adapte bien, se frustre y termine rindiendo mal académicamente también. A mí no me importa si es un genio. Sólo quiero que sea feliz. Yo fui el primer puesto en mi salón y la verdad, eso no significa absolutamente nada a la hora de la hora. Y aunque no me ha ido mal, tengo compañeras, que quizás no fueron las mejores del salón pero que ahora les va muy bien. Así que eso es muy relativo.
Este post salió larguíiiisimo pero como siempre, expone mis dudas, mis paltas, mis temores. Si tienen comentarios, son bienvenidos, ya varias amigas me han dado su opinión al respecto y creo que siempre es bueno escuchar casos similares. Gracias por leerme....

viernes, 5 de febrero de 2010

La herencia que me dió mi padre

Yo hubiera preferido no recibirla. Pero esas cosas son no-negociables. O sea, te toca porque te toca y punto. Yo en realidad no sé porqué. Pero así fue.

Cuando era todavía muy joven, descubrí lo que había heredado de mi padre. Primero apareció un pequeño cabello blanco. Luego otro. Al cabo de poco tiempo, simplemente, ya eran incontables. Y desde la universidad, aunque aún no había cumplido los 20, tuve que esclavizarme con los tintes. Yo nunca he deseado ser rubia. Más bien hubiese querido ser pelirroja, o mejor aún de cabello naranja. Pero mi color de piel no creo que caiga muy bien con el pelo color zanahoria. Así que me mantengo en un color medio castaño oscuro. Pero sucede que la mitad anterior de mi cabeza es de color blanco. O sea, si dejara de teñirme el pelo cada 20-30 días, mi cabeza estaría un 70% blanca. Mismo abuelita. Y yo aún estoy lejos (si, como no) de los 40!!!.
Y como eso de ir a la peluquería cada 20 días no le hace bien ni a mi bolsillo ni a mi tiempo, yo me tiño en casa. Al menos ahi puedo ir haciendo algo más mientras espero el tiempo de rigor.
Pero cada cierto tiempo es obligatorio ir a la peluquería. Para que te recorten el cabello, para que te tiñan correctamente, para que te engrían.
Esta última vez que fui, de tanto pintarme en casa, mi cabello había adoptado una coloración desigual: por un lado era muy oscuro, por otros casi rubio. Jajajaja, un desastre total. Entonces me sugirieron "decolorar" mi cabello para luego volverlo a teñir. Yo acepté, pues ya estaba allí y tenía toda la mañana libre. Así que me puse a leer una obra de Santiago Roncagliolo y me entregué a las manos de mi estilista. En resumen diré que me pasé 3 horas y media durante las cuales mi cabello pasó primero a rubio y luego a un castaño más uniforme, previa metida en la secadora. Luego me peinaron (son unos maestros) y quedé linda!
3 horas y media. Imagínate que todos los meses tenga que hacer eso. Me muero!!!! 3 horas y media. Envidio a las mujeres que pueden ir a la peluquería todos los días a cepillarse el cabello (eso toma entre 20 a 30 min a lo menos). Y envidio a aquellas a quienes las canas le aparecen recién a los 50 o 60 años. Mientras escribo esta historia, ha pasado recién una semana de la odisea, y sin embargo, ¡ya se empiezan a ver raíces!!!! Mis canas son rebeldes, como yo. Esa es la herencia que me ha dejado mi padre.
Cuando tenga 60 me teñiré el cabello plateado.