Una de las cosas que más me gusta de mi estado actual (léase medio desempleada - por si nunca me has leído, hace 2 meses dejé uno de mis trabajos, que me encantaba pero me consumía mucho tiempo, tiempo que le restaba a mi familia) es que POR FIN! pertenezco a ese grupo de mujeres a las cuales antes les tenía envidia.
Y sí pues, antes, cuando salía apurada, a medio maquillar, con tacos, cada vez más temprano (porque si no cruzas las encalada con primavera antes de las 7:15am, no la haces), siempre me cruzaba con mujeres que lucían felices, que regresaban a esa hora a sus casas, vestidas cómodamente en ropa deportiva, con su botellita de agua en la mano y su toallita en la otra. Ellas, llegaban del gym, ya habían hecho su rutina matutina, y se dirigían a su casa, recién a darse una ducha, y, en algunos casos a alistarse para ir a trabajar, pues sus trabajos probablemente empezaban alrededor de las 9 de la mañana (y no como el mío que empezaba a las 7:45am). Debo confesar que las odiaba en silencio, por tener tiempo para ellas, porque a pesar de que no estaban maquilladas ni vestidas elegantemente, se veían BIEN.
Pues ahora, damas y caballeros, yo soy una de ellas. JOJOLETE. Sí, me levanto tempranito, aún de noche (cuesta, pero vale la pena), a las 5:30am, y me voy al gym, a hacer spinning. A pesar de que mi rodilla está media fregada, hacer spinning no me molesta. Y debo decir orgullosamente que en una semana he podido acostumbrarme al ritmo del pedaleo, del pararse y sentarse, y ya no termino con las piernas que se me doblan (como el primer día que no podía caminar.)
Y esto lo he logrado sólo porque mi actual trabajo empieza (la mayoria de días) alrededor de las 9-9:30 am. Qué felicidad!. Lo más lindo no es que estoy ejercitándome para estar más saludable (porque cuando cruzas la barrera de los 30 ya los males empiezan a aparecer), lo más lindo no es que, combinado con la restricción de alimentos de alto contenido calórico que he empezado desde ayer(shhh, si digo dieta no la cumplo, así que lo llamaré restricción), hará que me vea mejor en traje de baño (en un mes estaré en Zorritos-Tumbes, así que era un MUST este asunto -Jojolete otra vez).
No señores, lo más hermoso de todo es que casi todos los días estoy presente cuando mi hijo se va al colegio y se despide de mi con un abrazo enooooooooooorme y un besote, y está feliz, porque mamita está más tiempo en casa. Antes, muchas de las veces me iba cuando aún estaba dormido, y se me partía el alma saber que cuando despertara yo no estaría ahí. Ahora si estoy. Esa es la mejor parte de estar medio desempleada.