Celebraciones

Como ya había adelantado, el viernes 6 de Noviembre cumplí 5 años de casada. Y contrariamente a lo que se puedan imaginar, ese día fue terrible.
Primero que nada, amanecí sin mi esposo, porque la noche anterior se había ido......de guardia (mal pensados). Tuve que despertar más temprano de lo usual porque ese día tendría que llevar al nido a mi pequeño (no había nadie más).
Luego de pelear cotra el tiempo, logre tener listo a Sebastian a las 7:40 am y salimos. Un tráfico de la patada. Yo, acostumbrada a salir máximo 7:20am, peleo con el trafico pero esto ya era el colmo. Anyway, dejé a mi gordo en el nido y luego de dirigí hacia la Clínica porque estaba de guardia. Llegué como a las 8:30am, y mi esposo me esperaba allí (me habia llamado temprano, yo pensé para saludarme, pero fue para que le lleve algo que se había olvidado e iba a necesitar, jajajaja).
Lo saludé y le "recordé" la fecha y bueno, nos saludamos. Pero el tenía que irse volando (estaba en un curso) y yo tenia que empezar a trabajar. Hasta las 12 la cosa anduvo tranquila en la guardia, pocos pacientes, pero alrededor de la 1, la cosa se descontroló.
Me llamaron de Emergencia Pediátrica (aún no logro entender por qué cuando me llaman de E.P. me estreso tanto. ¿Será que siempre que llego está llena de niños llorando?). Un niño, 10 años, se cayó en el colegio desde un columpio. Sobre su manito. Y bueno, se hizo una lesión seria. Lo bastante seria para tener que entrar a sala de operaciones ASAP. Aunque habría que esperar mínimo 6 horas porque había ingerido alimentos (y si has comido algo y te anestesian inmediatamente, pueden haber problemas, por eso es que debes estar en ayunas cuando te van a operar). Yo, veía a la madre y sufría con ella. Porque una se identifica, una es madre, y pensaba en lo horrible que debería estar sintiendose. Sabiendo que tendríamos que operar.
Lo terrible era que mientras estaba yo con el niño, explicando a sus padres y haciendo los papeles necesarios para la cirugía, habían muchos, muchos pacientes más que estaban esperando. Así que tuve que trabajar super rápido para atender a todos sin que se quejen por falta de atención.
Además de estar full pacientes, también tenía que recoger a mi enano. Así que con las rejustas terminé y salí como un cohete a recogerlo (felizmente llegué a tiempo) y mientras lo llevaba a casa, tuve que contarle un poco la historia de este niño (claro que en una versión más entendible para él), que estaba con mucho dolor y que mamita ténía que curar. Tuve que pedirle permiso para volverme a ir, porque lo estaba recogiendo y tenía que dejarlo inmediatamente y regresar a operar. Gracias a Dios mi hijo es lo máximo, y me entendió perfecto y (aunque me preguntó por qué no lo curaba mañana mejor) me dió "permiso" para dejarlo. (I love you so much).
Regresé hecha otro cohete, pues el niño ya iba a entrar a sala. Pudimos solucionar el problema del niño, aunque probablemente exista algún tipo de secuelas. Dios quiera que no.
Luego de todo el papeleo e indicaciones, salí de nuevo a mi casa. Mi esposo se había pasado del curso a la clínica para darme el encuentro. Regresamos volando a la casa para hacer dormir a mi enano y luego de que él se durmió, recién pudimos salir a "celebrar". Inicialmente habíamos pensado en el Hanzo, pero yo estaba hecha un trapo y no tenía la más mínima intención de "producirme" para salir. Y en las fachas en las que estaba no iba al Hanzo ni muerta. Así que fuimos a nuestro lugar de siempre: Ibuki´s. Ambos moríamos de sueño. Comimos rico, como siempre, pero ninguno de los dos estabamos con ánimos de ir a tomar algo, ir a bailar o ir a un Karaoke (para que yo no tenga ganas de ir a un Karaoke, es porque estoy terriblemente cansada). Así que regresamos a la casa y directo al sobre....a dormir.
Yo creo que la edad ya hace estragos.
Lo bueno es que el próximo mes celebraremos en Máncora.